Abel Albino y su lucha contra la desnutrición

30.07.2015 11:00

En algunos casos los médicos rompen los paradigmas y dejan ver la carnadura social del hombre que hay detrás de la profesión. Abel Albino es uno de ellos. Habla como un médico de barrio, pero analiza como un estadista, buscando transformaciones y atizando esperanzas. Tiene toda la robustez del especialista, y la claridad política del compromiso social.

Este médico mendocino de 68 años es un optimista nato que, desde su fundación Conin (Cooperadora de la Nutrición Infantil), lucha para poner fin a la desnutrición. "La principal riqueza de un país es su capital humano. Si ese capital humano está dañado, el país no tiene futuro. Hoy, el problema principal de Argentina y de América Latina es el daño cerebral provocado por la miseria, la pobreza", dice. Y repite, con bronca: "El recurso humano dañado, ese es el principal problema del país".

Su padre, un industrial que supo transitar el país, siempre quiso que estudiara medicina. Cuando tuvo la edad para comenzar una carrera universitaria su familia se encontraba en Tucumán, por cuestiones laborales. Pero la rebeldía a flor de piel lo llevó por otro camino. "Yo sentía que estudiar medicina era una imposición familiar y no una decisión mía. Así que empecé a estudiar Derecho. Pero después me di cuenta de que mi vocación era la medicina". Abandonó Derecho a los dos años y se pasó finalmente a Medicina.

Pero lo que marcó su vida profesional fue otro notable médico, el chileno Fernando Monckeberg Barros. "Yo lo tuve de profesor cuando hacía en Chile mi residencia en pediatría. En una hora y media de charla me cambió la vida. El prometía quebrar la desnutrición infantil en Chile. Me dejó una impronta, una marca, una semilla en el corazón", recuerda con admiración. Y el médico, con dolor de hombre, aclara: "Combatir el hambre es lo de menos, y por eso todos hablan del hambre, nadie habla de la desnutrición. Usted le da a un chico un plato de sopa, un vaso de leche y ya no tiene hambre. Pero en realidad ese chico no está bien alimentado. Combatir la desnutrición es una tarea mucho más ardua que puede llevar toda una generación, porque es necesario hacer un abordaje integral de la problemática social que da origen a la extrema pobreza".

Con la influencia y las enseñanzas de Monckeberg, Albino creó en 1993 la Fundación Conin. "Nosotros nos dimos cuenta que la desnutrición es resultado final del subdesarrollo. De nada sirve que yo alimente a un chico si lo devuelvo al ambiente hostil del que proviene. No sirve. Si queremos quebrar la desnutrición lo que debemos hacer es un abordaje integral de la problemática social". Hoy, Conin atiende a miles de chicos y asesora a gobiernos provinciales y municipales. Pero Albino sólo vive de su consultorio, del contacto con su gente.

"Yo creo que debería ser política de estado combatir la desnutrición", afirma, pensando en el país que quiere. "Cuando yo me recibí de médico, el 5% de la población era pobre, hoy el 30 % está en esa condición. En la pobreza, en el desempleo nadie vive bien. Siempre el hilo se corta por lo más delgado, y lo más delgado son los niños y los viejos, porque dependen de terceros".

Fuente: Clarín // Foto: colegiorainbow.edu.ar