ANAPLASMOSIS BOVINA

14.03.2013 08:26

 

Dra. Elva Lilia Alcaraz. 1999. E.E.A. Mercedes, Corrientes, Noticias y Comentarios Nº 332. 

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La anaplasmosis bovina es una enfermedad infecciosa, aguda a crónica, caracterizada por presentar anemia, 

ictericia y fiebre.  El agente causante es una Rickettsia, Anaplasma marginal, que invade los glóbulos rojos produciendo luego la destrucción de los mismos.  El área de dispersión de la anaplasmosis abarca al norte de paralelo 33º S, con una población de 22.600.000 vacunos. Brotes esporádicos ocurren al sur de esa línea. 

 
En la Argentina la anaplasmosis causa pérdidas económicas estimadas entre 8 a 20 millones de dólares, teniendo en cuenta tratamientos terapéuticos, pérdida de peso y muerte de los animales.
 Figura 1. Distribución geográfica del Anaplasma marginale en la Argentina.
 
  
 
TRANSMISIÓN
La ocurrencia de la enfermedad se asocia a la presencia de la garrapata, sin embargo se demostró la persistencia de la enfermedad en zonas donde se logro la erradicación de la garrapata, considerándose transmisores de mayor importancia del agente causal a dípteros hematófagos como tábanos, mosquitos y moscas bravas. 
Otra forma de transmisión es a través de agujas, jeringas, descornadores, mochetas y otros instrumentos empleados en las prácticas rurales cuando los mismos no son desinfectados correctamente y faciliten el pasaje de sangre rápidamente de un bovino infectado a otro susceptible. Cuando la infección se produce en animales de hasta 10 meses, los síntomas son leves, siendo poco frecuente la presentación de anaplasmosis clínica en vacunos de esta edad. Los animales adquieren inmunidad de por vida, independiente de reinfecciones que pueda sufrir posteriormente. Esto produce en el rodeo una situación de estabilidad, disminuyendo el riesgo de brotes Aquellos animales que superan la enfermedad, mantienen el anaplasma en circulación trasformándose en portadores crónicos y constituyendo una fuente de dispersión de la enfermedad. 
SÍNTOMAS Y HALLAZGOS DE NECROPSIA
El período de la enfermedad es de aproximadamente 30 a 45 días. Los signos de la enfermedad son inapetencia, elevación de la temperatura corporal. La anemia es notable y a medida que avanza la enfermedad se observa ictericia y una marcada pérdida de peso. No se presenta hemoglobinuria pero la orina puede tener color marrón debido a la presencia de pigmentos biliares. En hembras preñadas pueden presentarse abortos. 
Los hallazgos de necropsia son ictericia y palidez de los tejidos. La sangre es clara y acuosa debido a la intensa anemia. Se observa aumento de tamaño del bazo e hígado; este último puede presentar un color ligeramente amarillento. 
DIAGNOSTICO
La observación en extendidos de sangre de Anaplasma sp. es el método más preciso para el diagnóstico; sin embargo la sola presencia de los mismos no es indicativo de enfermedad, ya que en los animales portadores crónicos puede observarse el microorganismo y no significa que estén enfermos. En caso de hallar más del 3 % de 
eritrocitos infectados con Anaplasma marginale en frotis de sangre lo asociamos como causal de enfermedad. 
Para confirmar un diagnóstico en el laboratorio se requieren las siguientes muestras: 
Animal vivo: 
♦ Extendido de sangre periférica fino y grueso obtenido de punta de cola o de oreja. 
♦ Sangre con anticoagulante. 
♦ Dato de temperatura corporal. 
Animal muerto: 
♦ Extendido de sangre fino y grueso. 
♦ Impronta de riñón, músculo cardíaco, bazo, hígado y cerebro. 
Animal en estado de putrefacción: 
♦ Se puede obtener muestras de sangre cortando los músculos flexores o del rodete coronario. 
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Babesiosis: 
Tiene síntomas similares a la anaplasmosis con elevación de la temperatura, ictericia y anemia. La confirmación del diagnóstico se realiza a través del análisis de extendido de sangre.
 Carbunco: 
Se puede confundir con esta enfermedad debido a la apariencia macroscópica del bazo. 
Leptospirosis: 
Esta enfermedad puede presentar ictericia, muerte en terneros y abortos en adultos. 
Botulismo bovino(Mal del Aguapey): 
Caracterizada por debilidad de los miembros posteriores y luego parálisis. No se observa hipertermia ni ictericia. 
TRATAMIENTO
Los tratamientos más eficaces se han logrado con oxitetraciclinas a la dosis de 10 mg/kg de peso de 1 a 3 días cuando se utiliza la formulación simple al 5 % o 10 %; para la presentación L.A. se indica una sola dosis de 20 mg/kg de peso. 
El imidocarb es otro fármaco de utilidad para la anaplasmosis, a la dosis de 2,5 a 3,5 mg/kg es eficaz para el control de la infección. 
FORMA DE PRESENTACIÓN DE LOS BROTES
Cuando los brotes de anaplasmosis se presentan por transmisión de dípteros hematófagos los casos clínicos se concentran desde diciembre hasta mayo, época en la cual la población de vectores es más abundante y los casos clínicos aparecen con intervalo de varios días entre ellos. A modo de ejemplo sé cita un brote de anaplasmosis 
ocurrido en un establecimiento cercano a la Laguna del Iberá que comenzó en el mes de diciembre y se extendió hasta mayo, afectando al 25 % del total de bovinos del establecimiento y con un índice de mortalidad del 30 %. 
Los casos se presentaron en forma de "goteo" a lo largo de los 5 meses, ocasionando dificultades en el manejo del rodeo agravada por las condiciones extensivas del establecimiento. Un número importante del personal de campo estuvo afectado a las tareas de recorrido diario y tratamiento de los animales enfermo, para poder controlar el 
brote de anaplasmosis, sin poder destinar ese personal a otras labores. 
En cambio cuando el brote es causado por la inadecuada desinfección del instrumental, los casos clínicos se concentran entre los 30 a 45 días luego de la práctica que ocasionó la diseminación de la enfermedad. 
Según datos obtenidos de muestras para diagnóstico de laboratorio llegado a esta Unidad de Sanidad Animal, los casos de anaplasmosis han aumentado en los últimos años, observándose que los mismos provenían de todos los departamentos de la provincia de Corrientes con aumento de la ocurrencia de la anaplasmosis clínica en el sur 
de la misma. Una situación similar se observa en el norte de Entre Ríos. El 92 % de los casos correspondió a animales mayores de 1 año de edad. 
La época de presentación de los brotes fue mayor en verano y otoño siendo mínima en invierno. 
PREVENCIÓN
La prevención de la anaplasmosis a través del control de vectores no es posible, pero si es posible realizar prácticas rurales con una higiene controlada que evitará la diseminación de A. marginale por jeringas, agujas, mocheta, etc. 
La administración de oxitetraciclinas de acción prolongada, como un sistema preventivo, no parece ser económicamente rentable para las condiciones extensivas de nuestra zona. 
Para aquellos establecimientos donde se presenta un brote esporádico o la incidencia de la enfermedad es muy  baja, se sugiere el tratamiento de los animales enfermos en el potrero donde se encuentran, evitando el arreo de los mismos ya que la anemia que padecen los animales podrían llevar a provocar un shock y la muerte de los mismos. 
La vacuna para la prevención de la anaplasmosis que elabora el INTA Mercedes y Rafaela, contiene 
Anaplasma centrale, de menor virulencia que el Anaplasma marginale y que si bien no previene la infección 
contra este, es eficaz para controlarla debido a la capacidad de producir inmunidad cruzada, confiriendo un 80 % de protección. La misma esta recomendada para bovinos de 4 a 10 meses de edad y debe ser aplicada y controlada por un profesional veterinario debidamente entrenado en el tema. 
La prevención de la anaplasmosis a través del empleo de vacunas es una alternativa que debe ser tomada conociendo la situación epidemiológica particular de cada campo, a través del diagnóstico serológico, 
permitiéndonos tomar la decisión de vacunar o no con un criterio económico. También es de utilidad cuando se desea introducir bovinos desde áreas libres a zonas donde la enfermedad es enzoótica. 
En los últimos años se ha visto un aumento de la incidencia de la enfermedad, por lo cual se recuerda que el diagnóstico precoz de la enfermedad evita pérdidas económicas tanto como su prevención por el empleo de vacunas.