Cojeras en bovinos lecheros

05.06.2015 22:21

Cojeras en bovinos lecheros: Son un grupo de afecciones que, por su repercusión en la función locomotora y por el agobio que el dolor producido supone, merman la capacidad productiva de las vacas, el mantenimiento de condición corporal, la fertilidad e inducen al envejecimiento precoz. Incluso,las cojeras agudas complicadas pueden implicar el sacrificio urgente de la vaca.

Factores de riesgo

Las cojeras, entendidas como problema de rebaño,son consecuencia de la interacción de diferentes factores de riesgo que, cuando alcanzan un punto crítico, desencadenan la enfermedad.

Alimentación

Cada vez existe un mayor consenso en considerar a la alimentación como factor fundamental en el desarrollo de problemas podales. La laminitis aguda es causa de únicamente 2% de lesiones. Esta se asocia habitualmente con toxemia o exceso de ingestión de cereales y acidosis ruminal.

El aumento de cojeras que se observa en el periodo de posparto puede ser achacado al aumento brusco de suministro de concentrado. La ingesta de grandes raciones de concentrados y una baja ingesta de forrajes,aumenta el riesgo de cojeras. Esto puede presentarse a principios de la lactación,cuando la vaca está en su pico de producción y tiene una ingesta reducida de materia seca,especialmente si la vaca pare demasiado gorda. En este caso queda reducida la parte de forraje de la dieta.

Para prevenir el riesgo de cojeras se deben seguir pautas alimentarias básicas:

  • No exceder del 35% al 40% de carbohidratos digestibles en la ración dependiente de la fuente de grano.
  • Si los silos se pican demasiado fino , se debe considerar el añadir 2.5 a 4.5 kg de heno largo por vaca y día.
  • Los silos deben ser picados de modo que contengan 25% de particulas mayores de 5cm de largo.

Higiene

La suciedad, combinada con la humedad tiene elevada relación con la presencia de cojeras: dermatitis digital e interdigital, erosión de talones y pododermatitis con complicaciones sépticas. Los patios llenos de detritus y camas húmedas y sucias maceran la queratina del casco y epitelios facilitando la penetración de agentes infecciosos. Se provocan irritaciones de los epitelios que posteriormente son sobre infectadas por la alta carga bacteriana de las camas.

Factor humano

Aunque el ganadero no intervenga directamente sobre las vacas cojas, los ganaderos con una formación básica en podología tienen menos problemas de cojeras y estas son de menor gravedad. Su capacidad de diagnóstico y valoración de la cojera es mayor, al igual que su grado de sensibilización hacia el problema, por lo que se preocupa de llamar al técnico cuanto antes y de resolver los aspectos de manejo que conducen a la cojera.

Cuidados específicos de las pezuñas

La intensificación y consiguiente estabulación del ganado lechero ha supuesto un cambio radical en las pautas de locomoción de los animales. Las vacas andan menos y frecuentemente sobre una superficie única de hormigón. Esto hace que el crecimiento de las pezuñas sea aberrante, lo que se agrava más en el caso de presencia de enfermedades de las pezuñas.

Estas deformaciones inherentes a la estabulación suponen un importante factor de riesgo añadido si no son corregidas con regularidad suficiente.

Los animales en manejo extensivo con variedad de terrenos donde pisar y sin exigencias productivas, o bien los rumiantes salvajes que para procurarse el alimento recorren todos los días grandes distancias por terrenos variados tienen unos cascos que pudiéramos considerar como modelo para el recorte que tenemos que realizar en el ganado estabulado.

El continuo pisar sobre purines macera la superficie del casco y periódicamente se debe eliminar la capa erosionada, disminuyendo así la concentración bacteriana.

El recorte de pezuñas debe hacerse siguiendo unas normas estrictas y preferentemente realizado por profesionales debidamente preparados, el no cumplir estas premisas puede convertir al recorte en un factor añadido de riesgo de cojeras.

Las cojeras y atrogénicas suelen ser de una gran severidad con frecuentes procesos de osteomielitis y fracturas de la punta del tejuelo, por exceso de recorte y mal reparto de presiones, con mal pronóstico.

Edad

Cuantos más partos tiene el animal mayores son las posibilidades de que padezca problemas de cojera. Actualmente la tendencia es a un progresivo acortamiento de la vida útil de los animales. La mejora genética viene empujando fuerte y las nuevas generaciones de recría quieren sitio en la explotación. Por otro lado las exigencias cada vez mayores en la calidad de la leche hacen que las vacas viejas aunque de probada productividad tengan cada vez menos cabida en la moderna explotación al ser las que normalmente padecen más problemas de mamitis y tener contajes celulares más altos.

Las vacas viejas cojas frecuentemente padecen problemas crónicos con frecuentes recidivas con lo que inflan las estadísticas de cojeras.

Época del año

En las zonas en que el sistema de explotación está ligado al pastoreo el mínimo de cojeras se observa en verano siendo invierno y primaveradonde se observan los picos más altos.

En estabulación libre de zona continental las diferencias estacionales no son tan notables, incluso en veranos muy cálidos se observan aumentos de cojeras en algunas explotaciones debido al estrés.

Prevención de la cojera

El problema de la vaca coja se puede prevenir. Así lo cree el investigador, "las cojeras son un problema que tiene prevención más que un tratamiento".

La cojera en una vaca es muy sutil y si la persona carece de entrenamiento adecuado o no se da el tiempo para observarla, ésta pasa desapercibida.

Cuando aparece la cojera es cuando la vaca está evidentemente coja, esto es cuando la patología se ha transformado en algo serio. Y es probable que la baja de producción ocurrida, dos o tres veces antes se deba a que la vaca tenía un grado de cojera muy leve que para el ojo del cuidador pasó desapercibido. ¡Y que ocurre? El día que marcan que la vaca está coja es cuando la cojera se transformó en algo clínico y requiere un tratamiento bastante agresivo para sanarla.

 

Fuentes

 

El Censo Agropecuario del 97 indicó que había 617 mil 612 vacas lecheras en Chile, de las cuales el 62% se encuentra en la X Región (alrededor de 380 mil).

De acuerdo a los resultados que tiene el Instituto de Ciencias Clínicas Veterinarias a través de estudios anteriores, alrededor de un 9% de las vacas lecheras tienen algún problemas de cojera en cualquier momento del año, Así, se podría tener 34 mil vacas 300 cojas en la X Región. Incluso, autores dicen que la incidencia puede ser cuatro veces más alta que la prevalencia, es decir, si multiplicamos las 34 mil 300 vacas por cuatro podemos llegar a la conclusión que durante el año se producen 137 mil casos de cojeras ya sea por una vaca que tuvo varios episodios de cojera o distintos animales en un rebaño.

Estas cifras si se llevan al estudio en cuestión, que es determinar cuánto disminuye la producción de leche, va a dar una imagen de cuál es la pérdida que está sufriendo la ganadería lechera de la X Región producto solamente de este problema.

Con los Tratado de Libre Comercio se abre una una conciencia mayor del público sobre el bienestar animal, es decir, el consumidor quiere que se le asegure que los productos que adquiere proviene de animales con los cuales ha habido un respeto por su bienestar.

Por eso, desde ya es necesario tomar medidas correctivas y ayudar a los agricultores.