El bienestar y la reproducción influyen en el bolsillo

05.06.2015 23:08

 

Dentro del tambo mínimos cambios pueden dar más resultados, sin inversiones. Sugerencias que llegan del congreso de Alltech en EE. UU., como para repensar estrategias productivas.

 

Es muy difícil para los tamberos enfocarse netamente en la producción, en los detalles del tambo diariamente, cuando el bolsillo ajusta tanto, pero como en la vida, hay que estar en todo al mismo tiempo.

Mientras se organizan nuevas protestas y la política interna no permite mejorar las perspectivas, aunque el mundo de otras señales de repunte, más allá de la leche en polvo, que no supera los 2.300 dólares, nuestros productores deben tener la mente dividida en reclamar, pero, a la vez, en producir cada vez de la mejor manera.

De todo esto se habló en el simposio lechero del Congreso 2015 Rebelation Alltech 2015, donde entre charlas de liderazgo, de innovación, de aplicación de tecnología, se hicieron interesantes análisis del mercado, pero en particular del ganadero, que involucra a ganado de carne y leche.

Fue Aidan Connolly, jefe de Innovación y responsable de Comercialización de la empresa convocante quien hizo una lectura concreta de ambos sectores, que son los que afectan de manera directa los negocios de la compañía. Sobre la base que "no sólo importa el crecimiento de la población, sino que trascienden más sus ingresos y la búsqueda de mejor alimentación como parte de la calidad de vida", indicó que en el mundo se consume carne, en un 50 por ciento a través de carne de pollo (que a su vez tuvo un incremento del 30 por ciento entre 2011 y 2013 a nivel global) 29 por ciento de porcino, 15 puntos para el ganado bovino y 6 para la carne de oveja. Con China como promesa oscilante, que juega cuándo y cómo quiere en la demanda, la Argentina ve pasar la oportunidad porque es el único gran productor histórico que está teniendo desde 2009 una caída en la producción que llega a las 200 mil toneladas, pero también esto se replica en el consumo.

Nosotros estancados, e India se afirma como líder mundial cárnico, efecto al que se añaden Estados Unidos y Paraguay como los de mayor expansión reciente.
Entonces la competencia por la tierra que se libra con la agricultura está firme y al mismo tiempo los precios empiezan a mostrarse en alza.

¿Y la leche?
Presentada como la gran oportunidad en el evento y congregando al mayor número de asistentes a las charlas, la lechería juega su partido. Precios expectantes, pero con una franca alza en el consumo mundial, sigue siendo un sector fundamental, además de tener una gran posibilidad de agregar valor. El dato fundamental es que "los pequeños tamberos siguen dominando la producción" y Argentina está entre esos 17 países que tienen a los más pequeños como los dueños de la producción de leche.

El desafío es poner al consumo más cerca de la oferta, adaptar productos, mejorar precios en todos los sentidos y pelear como país lechero para salir del ranking de naciones que decrecen, mientras Europa, Estados Unidos y Nueva Zelanda siguen sacando amplia ventaja ante una demanda que crece al 2,3 por ciento anual.

"Hay que lograr la eficiencia alimentaria, para conseguir eficiencia productiva. Ante una mayor digestibilidad en el animal de su alimento, mejor será la misma acción en los consumidores", concluyó Connolly.

Desde el tambo
Productos novedosos fueron presentados, pero los resultados en el bolsillo de los productores se ven desde las vacas, por lo tanto se puso un énfasis especial en sugerir cambios que no demandan gastos.

El Dr. Bert Van Niejenhuis, es un veterinario holandés, también productor tradicional que empezó a ver a su profesión como una forma de prevenir afecciones en los rodeos. Con su emprendimiento Cow Signals (señales vacunas) comenzó un trabajo de acercamiento a los animales a través de una tarea de contacto integral y de entrenamiento de los propios tamberos pra lograr mejores resultados. "Hay que comunicarse con todos los sentidos, acercarse a las vacas, porque tenemos que verlas de cerca, sabiendo que cualquier lesión que tengan en el cuerpo puede generar menos cantidad de leche, que no tienen que estar con la cabeza gacha y como en las personas, los ojos deben estar brillantes", según sugirió, "hay que preguntarse por qué están así, qué les pasa y cómo se las puede ayudar".

Presentó un gráfico al que denominó el diamante de las señales lecheras, una suerte de esquema de retroalimentación donde intervienen la alimentación, el agua, (de ambas cosas cada una debe tener su espacio particular) la luz, el aire, el descanso y el espacio, los cuales con una buena combinación generan más vida, más salud y más leche, con obvias consecuencias económicas.
En cuestiones de espacio, sobre todo en el confinamiento bajo techo, los animales deben tener espacio suficiente para pararse y acostarse de manera cómoda, sin golpearse o tocar maderas o caños. No es menor el detalle de saber qué les gusta comer a todas juntas y ésto es fundamental, para evitar el stress crónico de no poder acceder al alimento.

Hablarles al momento del ordeño, acariciarlas, hasta ponerles un poco de música o ventilación en los corrales, pueden ser pequeños gestos que cambien el ánimo de los animales y lo demuestren de manera inmediata en la producción de leche, en cantidad y calidad.

22 meses
Pero como todo tiene un inicio, fue en otro panel que el profesor de Penn State University, Dr. Jud Heinrichs, propuso en consonancia con el congreso ser "rebeldes" en la crianza de las vaquillas y vaquillonas.
Jud Heinrichs
Sobre los promedios, la vida productiva de una vaca en el mundo es de 2,5 lactancias, en Holanda llega a 3,4 y en Nueva Zelanda pueden llegar a seis ciclos, pero "podemos duplicar la vida útil".
Entonces los especialistas en bienestar animal, que para nosotros terminan en cuestiones más básicas avanzan sobre la cría de manera especial coincidiendo ambos en aprovechar mejor la inversión hecha en estas fábricas de leche, que tienen a la nutrición como clave, pero que deben permitir mejores y más extensos recambios generacionales.

Los estudios sobre lechería y la tarea en si han evolucionado significativamente en los últimos 50 años, pero "las vaquillonas tiene ese mismo tiempo de atraso respecto a las madres".

"Es el reemplazo de hembras el segundo o tercer componente más costoso en un tambo, luego del alimento y la mano de obra", como con el correr de los años se vino bajando la edad de los partos y desde el nacimiento hasta la pubertad los ejemplares ganan 800 gramos de leche por día, "usar de mejor manera el manejo reproductivo puede potenciar hasta el 90 por ciento de la efectividad y el momento de la parición".

Con los ojos puestos en las vaquillas, el Dr. Heinrichs sugiere metas muy posibles, bajar la mortalidad a menos del dos por ciento, duplicar el peso al nacer en dos meses, llegar al primer celo a los 11 meses e iniciar la cría a los 13 o 14 meses, para llegar al primer parto en los 23 meses en promedio, con preferencia en los 22 con lo cual la vaca tenga el 55 por ciento del peso total al momento de la concepción y el 85 a 90 en el momento del parto.

Otra de sus propuestas es dejar de permitir que la alimentación sea a voluntad. "Como pasa con las persons, en los animales la digestibilidad se reduce si el animal come todo el tiempo, entonces tenemos que darles a nuestras vacas dietas de alta calidad con una disponibilidad de 10 a 12 horas por día", llamando a "unir todas las piezas", para que los rodeos estén mejor y para que la eficiencia permita resultados finales económicamente diferentes.

Cuando se habla de innovación en estos eventos, siempre terminan siendo las acciones más ínfimas las que logran modificar la realidad cotidiana de la producción.

Si el Dr. Pearse Lyons, presidente de Alltech y un gran carismático, tuviera que dejar un mensaje, seguramente sería el de rebelarse ante la formalidad del sistema de cría, encontrar alternativas, innovar desde lo propio y pensar más en el entorno, no como un deber, sino como un sostén, desde el grupo de trabajo, hasta los animales, pasando por el contexto social, inclusive.

Por Elida Thiery - Enviada especial a Lexington, Kentucky – Especial para TodoAgro