ENCARGADO ESPECIAL SE NECESITA

11.04.2013 09:42

 

Un encargado del tambo debe reunir cualidades que le permitan sacar lo mejor de cada una de las personas con las que trabaja.

        

        

Un rol nada sencillo

 

En los últimos años hemos protagonizado un incremento de la producción en los distintos sectores agrícolas y ganaderos de la Argentina. La demanda por la buena calidad de los productos aumentó junto con la producción; y las exigencias de controles en los procesos son cada vez mayores.

 

       Los tambos no fueron ajenos a este cambio, sino todo lo contrario, representan uno de los sectores más demandantes del campo. Por esa razón, las empresas que producen leche  necesitan en su  estructura  una persona en quien delegar la coordinación de los procesos tanto artesanales como  los más sofisticados.

 

         La tarea no es sencilla. Esta persona o “encargado del tambo” deben reunir ciertos requisitos indispensables para lograr los objetivos de la empresa con alto nivel de  eficacia:

 

* Conocimiento y experiencia

▪ Capacidad para planificar, organizar, entrenar y supervisar los distintos procesos

▪ Compromiso

▪ Capacidad de liderazgo Personalidad dinámica y emprendedora

 

 

Funciones y toma de decisiones: prevenir es curar

 

            Una vez puesto a trabajar, el encargado  debe controlar los resultados y evaluar los detalles. En principio, se le recomienda esbozar un plan operativo, que trace los caminos para llegar a la meta, pero también debe tener la  suficiente  flexibilidad que le permita hacer ajustes dentro del proceso. Esto requiere, además de criterio,  conocer “in situ” y a fondo el sistema y conformarequipos que sepan hacer uso eficiente de las herramientas destinadas a ordeñar, alimentar, mantener praderas, etc.

 

       De esta manera, al seguir las rutinas establecidas, corrigiendo y anticipándose a los hechos, el encargado debe prevenir cualquier problema que a futuro agrave algún punto sensible del sistema. Por ejemplo, a los alimentadores, modificarles  el tamaño de parcelas de pasto o el suplemento  si se percibe sobrantes o carencias que puedan redundar en bajas de producción, detectar falta de higiene al ordeño, máquina o tanque que podrían afectar la calidad de la leche, supervisar el uso correcto de sellador de pezones, detectar celos diariamente, a los horarios y tiempos en parada de rodeos establecidos y  apartar y curar en forma prematura a los animales con signos de pietin, reemplazar el juego de pezoneras en los plazos indicados por su fabricante, asegurarse del buen funcionamiento del generador auxiliar, etc.  

 

En una palabra, el encargado de tambo debe ser conocedor de todos los aspectos claves de la explotación y deberá dedicar aproximadamente el 50% de su tiempo a la coordinación de actividades con la gente que hace la tarea y preocuparse porque nada les falte al momento de realizarla.

 

 

Capacidad de reacción: solución inmediata de imprevistos

 

        En el ambiente cambiante del tambo, es moneda corriente tomar decisiones tácticas “como en la guerra”, sin muchos formalismos y actuar de inmediato,  razonando  las alternativas posibles para solucionar el inconveniente. Los problemas que pueden surgir son numerosos y el tiempo para solucionarlo es escaso, por ejemplo: roturas, reemplazar al  personal ausente, primeros casos de  mastitis,  pietin,  etc.   Por lo tanto, el que administra las tareas en un tambo es una persona encargada en la toma de decisiones diarias dentro de las operaciones.

       Tanto en los casos de urgencias, como en la toma de decisiones  planeadas, se necesita tener la sensibilidad adecuada para elaborar un buen juicio y mantener el mejor equilibrio entre lo ideal y lo que se puede hacer.  No hay que olvidar nunca la relación costo-beneficio, pues debemos tener en mente lo que resulte más conveniente para la empresa.

 

Capacidad de liderazgo

        Como las obligaciones del encargado del tambo son múltiples y las tareas, variadas; debe confiar en su equipo consensuando las distintas opiniones, incentivando a cada integrante a su propia realización personal y como operario, escuchar las sugerencias y poder delegar tareas. Es bien sabido la relación entre el líder y su equipo incide directamente en los resultados. Así, cuanto mayor sea el respeto y la cordialidad en el trato, mejores serán los resultados. Su función en este aspecto es comprometerlos  con los objetivos y  obtener su máximo potencial y esfuerzo, manteniendo un delicado equilibrio para que los intereses del grupo coincidan los de la empresa.

        Podemos pensar al encargado del tambo como una pieza fundamental del  equipo de trabajo que está al frente como  una locomotora  capaz de enganchar, conducir y guiar a su gente hacia  los objetivos. Exigente, democrático  y permisivo –un poco de los tres, dependiendo de las circunstancias debe ser capaz de plantarse con autoridad y firmeza, cuando sea necesario endurecer el diálogo para disciplinar y obtener respuestas; hacer participar a todo el grupo por igual, y no caer en “favoritismos”,  otorgando permisos para que se expresen aportando ideas o modificando tareas que desde la trinchera se aprecian de otra manera.

 

 

Estilos de conducción

 

       Las formas de conducción  del  encargado depende de muchos factores: su personalidad, capacidad de liderazgo y resolución de problemas, el tamaño del tambo, la cultura de la organización, los sistemas de producción y el nivel del equipo a su cargo. No existe una sola manera de ejecutar, pero sí reglas básicas  que se deben  respetar  para favorecer un buen desempeño de su posición. Está claro que la suerte de los resultados de las empresas está sensiblemente ligada al  cumplimiento de estas buenas  prácticas.

 

 

Deberes de la empresa

 

        Por su parte la empresa tiene derecho a exigir que tanto el encargado como sus colaboradores desempeñen correctamente sus tareas.  Pero para ello, la empresa misma debe transmitir credibilidad, seguridad y respaldo, utilizando herramientas adecuadas, brindando las condiciones necesarias y capacitando al personal para que mejoren sus habilidades.

        De igual manera, es fundamental que elimine los obstáculos que se presentan en las tareas de los empleados y también que comprenda sus circunstancias personales, incentivarlos, reconocer su trabajo y festejar  junto a ellos los logros obtenidos. Una buena forma para demostrar reconocimiento y darles el crédito que merecen por los esfuerzos realizados es involucrarlos y mantenerlos informados sobre las decisiones que afectan el presente y el futuro de la empresa.

         La tarea no es sencilla, pero si perseveramos con el propio ejemplo podemos dar con personas entusiastas que se ajustan al perfil mencionado, deseosas de aportar sus conocimientos para mejorar la calidad de producción. Simplemente es cuestión de darles la oportunidad para que lo demuestren.

 

Puntos a tener en cuenta:

 

* Es importante mencionar que el encargado de un tambo es la persona que mantiene estrecha relación con el grupo de asesores técnicos o consultores tales como: veterinarios, agrónomos, contadores, nutricionistas, etc. El es la persona encargada de poner en marcha, a través de los técnicos encargados, los programas establecidos o los cambios sugeridos por los asesores.

 

* El camino ideal para llegar a ser un buen administrador de un tambo es haber trabajado o experimentado en cada departamento de la empresa  empezando desde “abajo”.  Esto permitirá evaluar inmediatamente el funcionamiento de los departamentos desde “arriba”.  Por ejemplo, una persona que ha sido empleado  como ordeñador y que paulatinamente ha sido “ascendido” a desempeñar otras funciones de mayor responsabilidad tendrá mejor criterio al momento de evaluar el funcionamiento de un departamento en comparación a otra persona sin experiencia y que ha sido contratada directamente a ocupar un cargo de manejo.

 

* Un administrador de tambo debe ser una persona líder que guíe a los demás mediante su ejemplo.  Toda la energía de la fuerza laboral dependerá de la energía que deposite su líder en sus “subordinados”.  Una persona con mucha energía y con gran facilidad de relación con los demás trabajadores, producirá grandes resultados para la empresa.

 

  • Finalmente, el responsable  de un tambo debe mantener buena comunicación con la finalidad de mantener informados a todos sus trabajadores sobre el logro de las metas.  Muchas veces nos reunimos solamente cuando hay  problemas y esto causa malestar en los trabajadores y se toma a las reuniones como momentos para analizar problemas.  Las reuniones deben ser tanto para analizar aspectos negativos y positivos de la lechería.

 

 

 

 Roberto Miguel Rudy

robertorudy@hotmail.com

Fuente: Producir XXI  N° 191 Septiembre 2007