ÉXODO DE LOS INDIOS QUILMES

29.03.2014 10:47

Corría el siglo XVII, y la conquista española se consolidaba en los vastos territorios del Norte Argentino, los indios Quilmes, habitantes de los valles Calchaquíes, no aceptaban el yugo peninsular en su propia tierra y se rebelaban permanentemente contra la nueva autoridad.

Foto: ÉXODO DE LOS INDIOS QUILMES
Corría el siglo XVII, y la conquista española se consolidaba en los vastos territorios del Norte Argentino, los indios Quilmes, habitantes de los valles Calchaquíes, no aceptaban el yugo peninsular en su propia tierra y se rebelaban permanentemente contra la nueva autoridad.
Fastidiados por no poder doblegar a los indios en sucesivas represiones armadas, los conquistadores españoles tomaron una medida drástica, el destierro.
La historia cuenta que obligaron a los Quilmes, a caminar desde Tucumán hasta la Exaltación de la Cruz, en las tierras bonaerenses (actualmente Partido de Pilar), lugar al que arribaron en 1667.
Los miembros de las 200 familias exiliadas, no murieron exhaustos en la travesía, fueron reducidos a la servidumbre hasta su desaparición en el lugar de confinamiento en territorio bonaerense.
Pero la Conquista española no se llevó a todos los Quilmes, aunque mestizados, viven en el noroeste argentino varios centenares que descienden directamente de aquellos hombres y mujeres que resistieron el sometimiento realista.
Símbolos del sacrificio, un horizonte árido, el caballo, las botas y las armas rodean a un indio reducido y sin pies,
con los ojos fijos y la mirada opaca de la tristeza, recordando los Valles Calchaquíes y vislumbrando, quizás, un futuro de tragedia.
En homenaje a aquellos bravos mártires indefensos de la conquista, la ciudad de Quilmes les pidió su nombre.
Fastidiados por no poder doblegar a los indios en sucesivas represiones armadas, los conquistadores españoles tomaron una medida drástica, el destierro.
La historia cuenta que obligaron a los Quilmes, a caminar desde Tucumán hasta la Exaltación de la Cruz, en las tierras bonaerenses (actualmente Partido de Pilar), lugar al que arribaron en 1667.
Los miembros de las 200 familias exiliadas, no murieron exhaustos en la travesía, fueron reducidos a la servidumbre hasta su desaparición en el lugar de confinamiento en territorio bonaerense.
Pero la Conquista española no se llevó a todos los Quilmes, aunque mestizados, viven en el noroeste argentino varios centenares que descienden directamente de aquellos hombres y mujeres que resistieron el sometimiento realista.
Símbolos del sacrificio, un horizonte árido, el caballo, las botas y las armas rodean a un indio reducido y sin pies,
con los ojos fijos y la mirada opaca de la tristeza, recordando los Valles Calchaquíes y vislumbrando, quizás, un futuro de tragedia.
En homenaje a aquellos bravos mártires indefensos de la conquista, la ciudad de Quilmes les pidió su nombre.

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