Las plantaciones de soja, maíz, sorgo y poroto en Tucumán están en plena etapa de llenado, algunos lotes finalizando su etapa de floración, y otros lotes en etapa de maduración y próximos a cosecha. En general, un poco retrasados para la fecha en la que estamos, según las zonas, debido a que las lluvias vinieron de esa manera y muy irregulares hasta mediados de enero de 2014, lo que hace que se vea un mosaico de situaciones. Lo cierto es que las lluvias llegaron y hoy existe cierta tranquilidad en los productores, porque ya se estiman cosechas mejores a las logradas los dos últimos años.
Es bueno decir que en este 2014 los productores afianzaron los sistemas de rotación, ya que a simple vista se puede ver que las superficies de gramíneas estivales aumentaron en esta campaña. Pero para tener certeza de esto, resta esperar los resultados de los relevamientos fotosatelitales que realiza la Estación Experimental Obispo Colombres (Eeaoc), sobre el área sojera y sus zonas de influencia sobre las vecinas provincias.
Es importante destacar que el productor de granos va entendiendo la importancia de rotar los cultivos, como técnicamente corresponde, y no dejarse llevar por los resultados económicos a corto plazo. En este sentido, observar que aumentaron las siembras de maíz y sorgo concede cierta tranquilidad a los técnicos.
Como dijimos arriba, este año las superficies de maíz y sorgo aumentaron en Tucumán, en detrimento de la soja, a la que se suman las tierras que dejaron de hacer caña de azúcar, que se liberaron al cultivo de granos por estar los cañaverales, en general, en mal estado.
Esto hay que tomarlo como una buena nueva, ya que el monocultivo de la soja vino dejando en el camino algunos inconvenientes que se deben solucionar rápidamente.
El factor climático
En estos momentos el clima que se viene dando, con lluvias y temperaturas dentro de todo moderadas, hace que el cultivo pueda estar susceptible al ingreso de algunas enfermedades.
La soja de la región está siendo sometida, año tras año -y si no se cuenta con la rotación adecuada-, a los avatares de ‘la roya' en su momento, la ‘mancha ojo de rana', los ‘picudos sternenchus' y ‘promecops, que están complicando, en más o en menos, el sistema productivo de la soja, pero lo que realmente preocupa hoy es la presencia muy fuerte del ‘picudo negro de la vaina' (Rhyssomatus subtilis) que está siendo considerada como "la plaga de la soja en el NOA", que afecta al cultivo durante todo su ciclo de desarrollo. La soja representa, para el insecto oligófago, su principal hospedero, siendo las larvas y adultos los atacantes del cultivo.
Desde la Estación Experimental (Eeaoc) advierten que es importante realizar monitoreos periódicos de las fincas, tanto en estado vegetativo como reproductivo, esto una vez que está implantado el cultivo. Pero los productores deben tener la certeza, y todos los técnicos e instituciones de investigación lo recomiendan, de realizar adecuadamente las rotaciones de cultivo.
Una vez determinada la presencia importante de esta plaga, se deben tomar diferentes medidas para evitar su diseminación y lograr un efectivo control, por lo que la Eeaoc aconseja estrategias de manejos y estrategias químicas para poder controlarlo con eficiencia. Los insecticidas que fueron evaluados en la institución lograron buenos niveles de eficacia, a lo que se le suma una herramienta muy importante a usar que son los ‘curasemillas', para el momento en la cual no se pueden aplicar insecticidas en forma foliar.
En lo que se refiere a ‘estrategias culturales', no hay dudas que la rotación con gramíneas constituye la única alternativa para lograr bajar la población de un lote ya infestado, sobre todo por el tipo de ciclo biológico que tiene esta plaga. Los productores deben tener presente que deben cumplir las estrategias de manejo recomendadas, como los monitoreos, las rotaciones de cultivos, el uso de franjas trampas con el uso adecuado de insecticidas, y que también tengan en cuenta las medidas preventivas para evitar su traslado y dispersión
Es necesario que cada productor tome conciencia al respeto, y que trabaje apoyado en técnicos e instituciones de investigación, y que continúe con lo que se viene logrando: que el porcentaje de rotación sea cada vez mayor, en el corto tiempo.
Un esquema de rotación planteado por zonas de producción, de manera de integrar esta práctica entre todos los vecinos, sirven para zonas ya complicadas y para que no afectemos zonas libres de este peligroso insecto. La rotación tiene en la región innumerables ejemplos a seguir.
Gustavo Frías Silva
La Gaceta