Recría en suelos bajos en pasturas de agropiro y festuca

28.01.2013 08:51

CuencaRural.com entrevistó al Ing. Agr. Oscar Di Marco, doctor en Nutrición  e integrante de la Unidad Integrada Balcarce (Facultad Ciencias Agrarias, E.E.A. Balcarce), ha trabajado en distintos temas que hemos presentado en varias oportunidades. Entre ellos en calidad de silajes, gasto energético de vacunos en pastoreo, crecimiento de vacunos para carne, costo energético de la vaca de cría y en los últimos años en calidad y manejo de pasturas.



En esta oportunidad Di Marco comenta el trabajo realizado junto a Mónica Agnusdei, Paulo Recavarren y Manuel Arnaude (INTA Olavarría y Actividad Privada) sobre la recría en suelos bajos con agropiro y festuca.

 

El trabajo destaca que la producción que se puede lograr en la primavera del primer año de implantación supera ampliamente el costo de implantación de la pastura.

1) ¿Cómo se prepara el lote y cuando conviene sembrar?

Según nuestra experiencia esta pregunta es el punto de partida para tener éxito. Es decir, primero hay que lograr una buena implantación. Luego hay que manejarla para que sea persistente, productiva y de alta calidad.

Limpieza lote: 

Los suelos bajos están generalmente colonizados por especies muy competitivas en cuanto al uso del agua como es la gramilla y el pelo de chancho. Por lo tanto es necesaria la limpieza del potrero con cultivos antecesores. Esto hay que programarlo 1 ó 2 años antes, dependiendo del diagnóstico de la situación inicial.

Fecha de siembra:

Lo más temprano posible en otoño. Para que las semillas lleguen a convertirse en pasto disponible para el primer pastoreo existe un requerimiento térmico. Eso se llama suma térmica. Las mayores sumas térmicas del otoño son para marzo y abril. El retraso hace que no dispongas de suma térmica para que se fabrique el pasto. Te hace perder un pastoreo a fin de otoño, que pueden ser unos 100 kg/ha de peso.

Figura 1 | Distribución de las lluvias durante la evaluación de la respuesta
animal en agropiro (línea azul) y festuca (línea roja) 

2) Densidad de semilla y fertilizante usado

Buena semilla y fertilización: 

Hay que lograr 200 plántulas/m2. Esto es 300-400 semillas/m2. Por debajo de 150 hay que sembrar de nuevo. A la siembra hay que agregar 100 kg de fosfato diamónico PDA. En Internet hay buena información sobre el tema, entrando con siembra de agropiro en suelos bajos.

En campos de Laprida y Tapalque (suelos bajos, estaban dominados por pelo de chancho y se usaba para cría con baja carga)

• Festuca: 9 ha, 15 kg/ha con 100 kg/ha (PDA) a la siembra (1/2 marzo).

• Agropiro: 56 ha, 35 kilos/ha y 80 kg/ha de PDA. (fin de Abril).

El agropiro se atrasó por razones operativas de la empresa. De todas maneras estuvo listo para pastorear a fin de agosto.

3) Se dice que en primavera no llueve pasto. ¿Por qué tardan tanto las pasturas en arrancar?

La pastura no arranca porque no tiene N. Hay que agregar N a fin de invierno, en que el N del suelo está secuestrado. Sin N la máquina (el meristema) no produce células, es decir no hay crecimiento. Con buena dosis de N (80-100 kg/ha) estamos teniendo pasto a fin de agosto.

El costo de implantación con la fertilización fue de aproximadamente 130 kg de carne. Los resultados de producción fuero de 365 kg/ha de carne en 90 días de pastoreo de agropiro y de 600 en 133 días de pastoreo en festuca. De manera que el costo representó un porcentaje bajo de la producción del primer año.

Figura 2 | Evolución del peso de vaquillonas en pastoreo de agropiro (línea azul) y festuca (línea roja) 

5) Qué ganancia obtuvieron y qué carga.

En vaquillonas 700 g/d y la carga entre 5 a 6 cab/ha (de 250 kg PV). Te aclaro que nos quedamos cortos en carga, comenta Di Marco a CuencaRural.com.

6) Entonces, ¿cómo hay que hacer para aprovechar la primavera?

Que la pastura arranque rápido, para ello requiere N. Un primer pastoreo a fondo con alta carga instantánea.

Por ejemplo, en festuca se pastoreó a mitad de agosto con 14 vacas preñadas/ha durante 4 días. En agropiro se hizo a mediados de julio con terneras de recría de 220 kg con una carga de 20 cabezas/ha durante una semana.

Luego hay que ir ajustando la carga al crecimiento del forraje. En octubre y noviembre se requieren unas 8 cabezas/ha. De esta forma, nuestros resultados muestran que en una primavera se puede producir entre 400-600 kg/ha y el resto del año unos 200 kg.
Hay que aclarar que si las pasturas no arrancan por falta de N no habrá pasto hasta octubre, en que el N se libera del suelo por el aumento de la temperatura. Además, si no se controla la acumulación de forraje con el pastoreo las pasturas encañan y te queda una corta ventana de utilización. Ahí, todo se viene abajo. No solo la producción de carne, sino que la pastura se deteriora y progresa a una estructura de matas aisladas que luego no se puede recuperar.

Por eso la clave es usar eficientemente el pasto de primavera.