Un nuevo problema sanitario para la colza en Entre Ríos

19.08.2014 11:43

El mildiu de las brasicáceas es una enfermedad que afecta las hojas y tallos de numerosas especies cultivadas y malezas. La patología fue observada en ensayos del INTA Paraná y en lotes de producción en el departamento Victoria.

La colza es afectada por numerosas enfermedades fúngicas y bacterianas, muchas de las cuales se identificaron en lotes de producción de nuestra provincia. A mediados de julio, el ingeniero agrónomo Leonardo Coll, referente del cultivo en Entre Ríos, detectó síntomas foliares poco comunes en ensayos de colza al estado de roseta, en el INTA Paraná. Los daños en el haz de las hojas podrían confundirse fácilmente con síntomas producidos por herbicidas o bacteriosis, por el número de lesiones y su coloración amarilla, algunas con centro blanquecino.

El mildiu de las brasicáceas (crucíferas), señala un informe de la ingeniera agrónoma Norma Formento, una de las principales fitopatólogas del país, es una enfermedad que afecta las hojas y tallos de numerosas especies cultivadas y malezas. "Es causada por un oomicete (no es un hongo) conocido inicialmente como Peronospora parasitica, luego Hyaloperonospora parasitica y actualmente reclasificado como H. brassicae", precisa la profesional.

Características. El objetivo central del trabajo de Formento fue caracterizar a la enfermedad para que pueda ser reconocida a campo por los productores y asesores técnicos; posteriormente, aclaró, "se procederá a confirmar por morfología clásica la especie del género Hyaloperonospora".

Las manchas, en general, se observan "en el haz de las hojas inferiores"; en genotipos susceptibles de la Red Nacional de Cultivares de la presente campaña 2014, sin embargo, "afectan las hojas del tercio medio y superior".

El mildiu de la colza, agrega el trabajo, fue observado en ensayos del INTA Paraná y en lotes de producción en el departamento Victoria asociado a síntomas típicos de Phoma lingam, Alternaria brassicae y, en menor medida, a mancha negra por Xanthomonas campestris pv. campestris (bacteria).

Además, el mildiu se determinó en mostacilla (Rapistrum rugosum) y en bolsa de pastor (Capsella bursa-pastoris) en bordes de caminos y en curvas de nivel en el departamento Paraná.

Los síntomas iniciales, precisa Formento, "son manchas pequeñas, circulares y luego irregulares, de centro oscuro, aspecto acuoso y verde-amarillentas distribuidas en toda la lámina foliar, originadas por la penetración de los esporangios diseminados por el viento". Posteriormente, añade, se produce un nuevo ciclo de generación "de estructuras fructíferas que se visualizan como eflorescencias blancas dispersas en el envés de las hojas, formadas por esporangióforos con esterigmas donde se forman los esporangios".

El organismo causal sobrevive en raíces y rastrojo de brasicáceas y podría ser transmitido por semillas.

Los factores climáticos conductivos son alta humedad ambiental, niebla, lloviznas y rocío, además de temperaturas nocturnas de entre 8 y 16°C mínimamente durante cuatro noches sucesivas y temperaturas diurnas de aproximadamente 23-24°C. 
Manejo. El manejo cultural, remarca Formento en su informe, se basa en la erradicación de malezas hospedantes y reducir el mojado de las hojas en caso de cultivos bajo riego. El control químico, advierte, debería ser estudiado.

"Para otros mildius se menciona la eficacia de los fosfitos de cobre y potasio aplicados muy temprano con bajos niveles de enfermedad, para que actúe como inductor de las defensas naturales de las plantas" concluye el informe.

Estado de 
los cultivos

Los excesos hídricos de julio han afectado a los cultivos de colza en la provincia, señaló en su último reporte el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber), al punto que los mismos presentan escaso desarrollo y poblaciones desuniformes debido al anegamiento. En algunos casos incluso se ha observado la muerte de plantas donde el agua permaneció por más tiempo saturando el perfil edáfico.

Al evaluar la condición general de la colza, los técnicos del Siber estimaron que el 30% cuenta con una condición muy buena, la mayor parte del área implantada posee una calificación de buena llegando al 68% y finalmente hay un 2% en estado regular.

En lo que respecta al estado fenológico, la generalidad de las chacras se encuentran en floración, que en algunos casos se vio acelerada por las elevadas marcas térmicas.

En relación a los insectos plaga se aprecia un incremento en la población de las orugas de las coles, por lo que se han efectuado controles con insecticidas.

Aparición temprana de las enfermedades foliares en trigo 
El cultivo de trigo sembrado en Entre Ríos está actualmente en diversos estados fenológicos, desde una a tres hojitas a pleno macollaje.

Las enfermedades endémicas, es decir las que están presentes todos los años-, son roya de la hoja, mancha amarilla y septoriosis de la hoja.

La roya de la hoja (RH) o roya anaranjada es causada por Puccinia triticina de naturaleza biotrófica (el inóculo proviene de plantas voluntarias "in situ", de lotes cercanos o de sitios más alejados).

La mancha amarilla (MA), en tanto, es ocasionada por Pyrenophora tritici-repentis (fase asexual: Drechslera tritici-repentis) y la septoriosis de la hoja (SH), producida por Mycosphaerella graminicola (fase sexual) y Septoria tritici, (fase asexual), hongos necrótrofos que sobreviven generalmente en el rastrojo, en el suelo o en plantas voluntarias ("guachas").

Históricamente, recordó la fitopatóloga Norma Formento, la MA es la que aparece más temprano, cuando los trigos poseen de uno, dos o tres hojitas. "La cantidad de manchas -en este año se han contado hasta 25 lesiones por hoja en algunos genotipos susceptibles- causa una gran inquietud y en forma inmediata se reciben numerosas consultas acerca de la importancia de los daños y si es necesario aplicar fungicidas", subrayó Formento.

Ambas condiciones, sin embargo, "son relativas ya que aun cuando las plantas utilizan mucha energía activando los sistemas de defensa, no se han registrado casos de muerte de plantas o pérdidas de lotes por MA y es adecuado que el cultivo alcance el estado de pleno a fin de macollaje o comienzos de encañazón para la aplicación de fungicidas mezcla".

Los síntomas de MA y signos de RH observados actualmente en los lotes, agregón, "son el resultado de procesos de infección iniciados en la semana del 20 de julio con condiciones climáticas favorables como temperaturas anormalmente altas para el mes de julio y uno o dos días con lluvias. Con estas condiciones, aproximadamente entre cinco y 14 días en que se cumple todo el proceso de la enfermedad, se observan los síntomas sobre los que se formarán conidios o urediniosporas que van a diseminar la enfermedad a las otras hojas de la planta y a otras plantas en el lote (enfermedades policíclicas)", explicó.

La aparición a fines de julio de la roya del tallo (Puccinia graminis-tritici) "es un hecho poco común, porque generalmente se observa a mediados o fines de octubre en estados avanzados del cultivo. El año anterior cultivares susceptibles presentaron un ataque importante en tallos y hojas al estado de grano en madurez acuosa, con una importante reducción de signos en tallos de parcelas tratadas con fungicidas mezcla", añadió.

El Diario